“Nos toca mirar más en detalle los desempeños, no tanto los promedios”
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Resumen
«La raya tuvo la culpa», dice María Figueroa cuando se le
pregunta por qué una bióloga terminó siendo una de las voces
más consultadas en Colombia para hablar de educación.
Aunque suene a libro de autoayuda es verdad: una raya en la
mitad del río Duda, en La Macarena, Meta, fue la que llevó a
esta mujer amable, sonriente y estudiosa a poner su mirada en
los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Cuando estudiaba su pregrado, en un trabajo de campo
siguiendo las huellas de los monos araña en esa zona de la
Orinoquía colombiana, una raya de río la picó y la obligó
a devolverse a Bogotá. Estaba a mitad de su semestre y su
papá, luego de la recuperación, la conminó a no quedarse «sin
hacer nada». Le ofrecieron entonces ganarse unos pesos extra
ayudando con clases privadas a un pequeño a quien no le
iba muy bien con la Química. «Me metí a enseñarle a Pedro»;
y según cuenta, luego de las clases la llamó la mamá de su
pupilo diciendo que «pensaba que había un error y que habían
adicionado un cero de más, porque Pedro en vez de sacar
uno había sacado diez». Dice que la noticia no solo la puso
feliz, sino que desde ahí se metió de lleno «en el mundo de la
educación».