Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) Boys, girls, and adolescents involved in social mobilization and collective actions. An exploration of the Colombian case (1991-2018)

Contenido principal del artículo

Vladimir Alejandro Ariza Montañez
https://orcid.org/0000-0003-0244-9146

Sociólogo y magíster en Educación de la Universidad Nacional de Colombia.

Diana Marcela Carreño Rondón
Víctor Manuelle Sánchez Barajas
Gineth Katherine Suarez Romero

Resumen

Este artículo presenta algunos resultados de investigación, relacionados con el involucramiento y participación de los Niños, Niñas y Adolescentes (en adelante NNA), en escenarios de movilizaciones sociales y acciones colectivas (marchas, jornadas de protesta, bloqueos, tomas, entre otras). Para este estudio, se revisaron noticias de prensa escrita –de distintos periódicos de circulación nacional–, cuyos registros reportaron acciones colectivas que han tenido lugar en Colombia, y en las que la participación de los NNA es explícita, entre los años 1991 y 2018. Se presenta el análisis documental realizado, que se valió de la estadística descriptiva para profundizar, cualitativamente, en casos particulares que permiten caracterizar las temáticas, las modalidades y los diferentes tipos de participación de los NNA en estos escenarios. Se finaliza con algunas reflexiones sobre la complejidad que implica, tanto para el Estado, la sociedad y las familias, el garantizar y promover el ejercicio de la participación en las nuevas generaciones.

This article presents some research results related to the involvement and participation of children and adolescents (NNA) in scenarios of social mobilizations and collective actions (marches, protests, blockades, takeovers, among others). For this study, written press news -from different newspapers of national circulation- were reviewed, whose records reported collective actions that have taken place in Colombia and in which the participation of children and adolescents is explicit, during the period 1991-2018.The documentary analysis carried out is presented, which used descriptive statistics to delve, qualitatively, into particular cases that allow characterizing the themes, modalities and different types of participation of children and adolescents in these scenarios. It concludes with some reflections on the complexity involved, for the State, society, and families, in guaranteeing and promoting the exercise of participation in the new generations.

Palabras clave:
movilización social, acción colectiva, participación de NNA, socialización política, agencia
social mobilization, collective action, participation of children and adolescents, political socialization, agency

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Recibido: 10 de noviembre de 2021; Aceptado: 30 de diciembre de 2021

Resumen

Este artículo presenta algunos resultados de investigación, relacionados con el involucramiento y participación de los Niños, Niñas y Adolescentes (en adelante NNA), en movilizaciones sociales y acciones colectivas (marchas, jornadas de protesta, bloqueos, tomas). Para este estudio, se revisaron noticias de prensa escrita que reportaron acciones colectivas en Colombia, y en las que la participación de los NNA es explícita, entre los años 1991 y 2018. Se presenta el análisis documental realizado, que se valió de la estadística descriptiva para profundizar, en casos que permiten caracterizar las temáticas, las modalidades y los diferentes tipos de participación de los NNA.

Palabras clave:

movilización social, acción colectiva, participación de NNA, socialización política, agencia..

Abstract

This article presents some research results related to the involvement and participation of children and adolescents (NNA) in scenarios of social mobilizations and collective actions (marches, protests, blockades, takeovers, among others). For this study, written press news were reviewed, whose records reported collective actions in Colombia and in which the participation of children and adolescents is explicit, during the period 1991-2018. The documentary analysis carried out is presented, which used descriptive statistics to delve in cases that allow characterizing, modalities and different types of participation of children and adolescents.

Keywords:

social mobilization, collective action, participation of children and adolescents, political socialization, agency..

Resumo

Este artigo apresenta alguns resultados de pesquisa relacionados ao envolvimento e participação de crianças e adolescentes (NNA) em mobilizações sociais e ações coletivas (marchas, protestos, bloqueios, aquisições, entre outros). Para este estudo, revisamos reportagens escritas da imprensa cujos registros relatavam ações coletivas em Colômbia e nas quais a participação de crianças e adolescentes é explícita, durante o período 1991-2018. A análise documental realizada é apresentada, utilizando estatísticas descritivas para aprofundar em casos particulares que nos permitem caracterizar, modalidades e diferentes tipos de participação de crianças e adolescentes.

Palavras-chave:

mobilização social, ação coletiva, participação de crianças e adolescentes, socialização política, agência..

Introducción

El reconocimiento de la singularidad participativa y capacidad de agencia de los NNA, ha alcanzado un lugar significativo en las discusiones que interesan al campo de los estudios sociales sobre las infancias. En particular, se intenta identificar este tipo de involucramientos in situ; es decir, no se detiene a reflexionar sobre la participación -únicamente- desde el aspecto normativo o teórico, sino que se centra en caracterizar las experiencias propiamente dichas.

Para identificar y analizar las formas en las que los NNA han incidido en distintas formas de organización ciudadana, se parte por comprender qué es la participación de los NNA. En primer lugar, la misma se concibe como un derecho fundamental que tienen todos los ciudadanos (Hart, 1993; Lourdes y Liebel, 2011; Martínez, 2014), y que les permite actuar -deliberadamente-, en la construcción y el devenir de sus contextos sociales inmediatos.

Para el caso que nos atañe, la participación de los NNA es entendida como el derecho fundamental que tienen todos los NNA, en su calidad de personas y de ciudadanos, para incidir en la toma de decisiones que afecten -directa o indirectamente- su desarrollo y calidad de vida (Acosta, Garzón y Pineda, 2004). Al respecto, Martínez (2014) señala:

Ejercer el derecho a la participación, posibilita (…) su reconocimiento (el de los niños y las niñas) como sujetos titulares de derecho, miembros de una comunidad, cuya voz no debe hacer parte de los sonidos del silencio, ni de los alienados políticos, sino que propende hacia el desarrollo de su autonomía como forma de ir construyendo de manera activa su propio desarrollo (p. 22).

De acuerdo con lo anterior, y en relación con la idea que defiende el presente trabajo, es menester comprender a los NNA como personas capaces y completas (Martínez, 2014), que realizan “procesos de compartir las decisiones que afectan la vida propia y la vida de la comunidad en la cual se vive” (Hart, 1993, p. 5), en virtud de significar y resignificar las realidades sociales que les permean. De esta forma, los NNA son ciudadanos competentes que pueden -y deben- participar activamente en la “construcción de un mundo compartido” (Martínez, 2014, p. 40).

No obstante, el ejercicio participativo de estos actores no siempre es considerado como consciente, crítico-reflexivo o transformador; las representaciones sobre participación de NNA perfilan, generalmente, a un sujeto-objeto niño-a/adolescente pasivo, maleable y fácilmente manipulable a los intereses de cierto grupo de adultos que los utilizan en pro de lograr fines particulares1.

Frente a esta perspectiva, el concepto de participación se aúna al de agencia de NNA, convirtiéndose en una categoría indispensable para analizar las distintas formas en las que logra evidenciarse la vinculación de estos actores en el contexto local-nacional. Al respecto, la revisión teórica indica que la agencia implica a un actor social que proyecta, sobre su entorno y cultura, una serie de acciones que le permitirán alcanzar determinado fin; por ejemplo, la transformación de ciertas prácticas sociales.

En este sentido, se comprende por agencia a “la habilidad de las personas para realizar cosas en el mundo” (Ortner, 2009, p. 18); es decir, las personas habitan, modifican y significan sus entornos en procesos cíclicos y perennes, que favorecen la continuidad de la vida social de sí mismos y de otros sujetos. Al respecto, Pávez y Sepúlveda (2019), señalan que el agente “… es portador sapiente de una estructura social que solo existe a través de las prácticas sociales y que se actualiza por medio de ellas” (p. 196). Es decir, la estructura social depende de la praxis del agente, y la praxis del agente -acciones u omisiones ante un hecho determinado- se configura en virtud de la estructura social de la que hace parte.

Participación y agencia de NNA en el contexto latinoamericano

En el contexto latinoamericano, resaltan formas de participación de los NNA, muchas de las cuales no fueron contempladas en la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CIDN), o que incluso “desbordan” sus objetivos iniciales; sobre todo, en situaciones en las que el comportamiento de estos actores no estuvo circunscrita a asuntos de su exclusivo interés2; sino que, por el contrario, dicha participación respondió a demandas de los cuidadores o de la comunidad a la que los NNA pertenecen.

Al respecto, han surgido análisis de la participación de NNA en los Movimientos de los Trabajadores Rurales Sin Tierra en Brasil (Soares et al., 2019); de los niños y niñas indígenas dentro del Movimiento Zapatista en Chiapas (Montoya et al., 2018); o de las organizaciones juveniles dentro de las comunidades nasa en Colombia (Alvarado et al., 2012), por citar algunas referencias.

En estas experiencias comunitarias, el involucramiento de NNA se relaciona, por un lado, con formas de “transmisión cultural” (Spindler, 1993); y, por otro lado, con dimensiones políticas, como la defensa del territorio y el reconocimiento de los derechos colectivos, por lo que en ellas “se cultiva la participación y agencia de niñas y niños, no solo como sujetos que aprenden su cultura, sino como agentes que la construyen mediante un proceso en el que pueden reproducir, cuestionar, transformar y crear su realidad” (Montoya et al., 2018, p. 98).

También se han reconocido algunas organizaciones de NNA en los países andinos, que han logrado cierta estabilidad en el tiempo, y que son lideradas por ellos mismos, como vehículo para expresar sus propias demandas concernientes a su bienestar y calidad de vida; en este grupo, destaca el movimiento de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores del Sur (NAT’S); estos colectivos buscan reivindicar sus derechos -entre ellos el derecho a trabajar-, acogiendo normas y estructuras organizativas -definidas por ellos mismos-, sin que estas dependan de la injerencia de los adultos. Se trata de una forma particular de involucramiento, del que Liebel (2007) rescata el concepto de protagonismo infantil.

Dentro de este grupo de discusiones, nuestra pregunta corresponde a la participación y ejercicio político de los NNA que se involucran en las movilizaciones y acciones colectivas (en adelante AC: marchas, jornadas de protesta, bloqueos, tomas, entre otras)3. En dichos escenarios, la sola presencia de los “menores de edad” resulta transgresora, dado que la percepción general se aboca a que estos sujetos no tienen edad para comprender situaciones que comprometen su situación de vida o bienestar; o se consideran susceptibles de ser “manipulados” por los adultos, reproduciendo así el “paradigma del niño o la niña desinformada” (Contreras, G. y Pérez, 2011, p. 815).

Así mismo, la exposición de NNA en estos escenarios se percibe como peligrosa; idea que probablemente se ha exacerbado a partir de las brutales represiones que ha sufrido la movilización social en el país en los últimos años, y en la que se sitúa a los NNA en un espectro de virtual peligro, al “incitar el desorden público”, o de objeto de cuidado y protección.

Sobre las acciones colectivas

Las AC aquí estudiadas se pueden considerar, precisamente, como formas en que los NNA se congregan en pro de garantizar/ejercer sus derechos -sea de manera directa o indirecta- y de poner en juego su capacidad de agencia; sin embargo, estas guardan diferencias significativas con los movimientos sociales de NNA estudiados por Liebel (2007) -como es el caso de los NATS-, de las cuales resaltamos dos: en primer lugar, no todas las acciones colectivas logran consolidarse o permanecer en el tiempo, y más bien pueden ser respuestas espontáneas a momentos coyunturales; por ejemplo, el cierre de una institución, la inseguridad, la desaparición de un compañero, etcétera.

En segundo lugar, en las AC en las que se involucran NNA, la organización, la toma de decisiones y los objetivos de los agregados no se encuentran trazados de manera autónoma por ellos y ellas, sino que parten de las relaciones -no siempre simétricas- que mantienen con los adultos. Por ello, no se describe una situación de protagonismo infantil, sino que se concibe al NNA como un sujeto y actor social, noción que “alude al papel activo que pueden tener frente a la realidad, así como a la posibilidad de opinar, intervenir y participar en la toma de decisiones que les afectan, sin que equívocamente se les considere como los actores principales en la orquestación del orden social” (Corona y Morfín, 2001, p. 42).

Otras de las características de las AC en las que participan los NNA, son las siguientes:

  1. Son espacios que promueven relaciones intergeneracionales: comparado a instituciones sociales como la escuela, o espacios formales de participación para NNA -los consejos de niños, por ejemplo-, que los focalizan o dividen por grupos etarios, en las AC no es imprescindible este criterio. En contraste, se promueve la comunicación y el encuentro con los otros -otros niños y niñas, jóvenes, adultos, etcétera-, de tal forma que la organización en torno a la movilización logra disolver las marcadas barreras que separan a ambos grupos etarios (adultos-NNA); esto da pie a que se creen -y movilicen- diferentes relaciones e intercambios de información, de redes y de experiencias institucionales (Bloemraad y Trost, 2008; Smith, 2009).

  2. Se presentan dinámicas de interdependencia: en gran parte de las AC consultadas, el involucramiento de los NNA no se da de manera aislada. Se identifica en ellas la presencia de adultos (padres, cuidadores, docentes), así como de otros grupos etarios (jóvenes), quienes ofician como organizadores, promotores, colaboradores o participantes de las actividades. Así mismo, se destaca cómo algunas de estas movilizaciones son coordinadas por profesionales de agencias, organizaciones sociales y organismos multilaterales, entre otras, quienes promueven “formas de asociación para que niños, niñas y adolescentes mejoren su situación de vida, con la intención de propiciar que se involucren de manera directa y activa en los problemas que les conciernen” (Corona y Morfín, 2001, p. 45).

  3. Son escenarios en los que tienen lugar prácticas formativas: aunque los objetivos de las AC no contemplen intenciones educativas o pedagógicas en sí mismas, es claro que, simultáneamente a las demandas y reivindicaciones políticas puestas en juego, también en ellas “los sujetos adquieren competencias, habilidades y saberes, relacionados con la acción colectiva desarrollada por los movimientos mismos” (Bertoli y Barbosa Carrero, 2016, p. 65). Temas como la formación en la organización, la deliberación y la toma de decisiones, junto a su incidencia en la construcción de identidades colectivas y la producción de subjetividades, son parte de ellas (Michi et al., 2012).

  4. Son escenarios de socialización política: en estos escenarios, los NNA tienen la oportunidad de expresar, advertir, denunciar, reivindicar y demandar temas que comprometen su bienestar y calidad de vida (relacionados con situaciones de inequidad, discriminación, entre otras); además, se reconocen a sí mismos como sujetos de derecho en doble vía: por un lado, desde el conocimiento de sus Derechos Humanos y como NNA a partir de las posibilidades que ofrecen estos escenarios; y por otro lado, porque en la dinámica misma de la movilización y de la protesta estarían ejerciendo derechos asociados a la participación, como la libertad de expresión y de asociación (Fundación Ideas Para la Paz, 2018).

Ahora bien, dentro de las AC el nivel de involucramiento y de exposición de los NNA es muy diverso; al respecto, Rodgers (2015), propone una tipología que contribuye a problematizar y complejizar el involucramiento de NNA en estos escenarios de manifestación. Frente a la simplificación de caracterizar dichos espacios desde la “manipulación” o del uso de su “imagen”, la autora destaca tres escenarios acordes a la forma en que se desenvuelven los NNA en ellos; aspectos como las motivaciones, los roles otorgados, la relación con el conjunto de actores también presentes, son tomados en cuenta. Cabe advertir, sin embargo, que dichos escenarios pueden solaparse, o cambiar de una figura a otra, dentro del proceso de las AC.

El primer escenario corresponde a los participantes estratégicos. En dicho escenario las características imputadas a la infancia -como la inocencia o vulnerabilidad- son usadas retóricamente para representar una demanda. Sin embargo, esta dinámica no se limita a la imagen, sino que la misma es usada o representada (incorporada) por los mismos NNA, haciendo parte activa de la manifestación. Este involucramiento “abre la puerta para que ellos interpreten, negocien, e incluso potencialmente se movilicen hacia un involucramiento más activo” (Rodgers, 2015, p. 242).

El segundo escenario refiere a los participantes por defecto. En este escenario, los NNA se involucran por “exposición” y con diferentes grados de proximidad a las actividades de manifestación de los adultos (comunidad, familia, profesores, etcétera). Para Rodgers (2015), las motivaciones de los adultos para involucrar a los NNA a dichas actividades pueden variar, pues se identifican casos en los que los adultos reconocen las capacidades de entendimiento y de agencia de los NNA, hasta casos en los que el involucramiento es incidental por temas de convivencia.

El tercer escenario caracteriza a los participantes activos. En este, los NNA que experimentan situaciones de injusticia -opresión, exclusión, discriminación, desigualdad- deciden voluntariamente, participar de alguna manifestación propia de las AC (Rodgers, 2015, p. 249); así, son conscientes de la situación, los objetivos e incluso “siendo los líderes y fundadores de esos movimientos” (Liebel, 2021, p. 114). En este caso, es posible identificar cómo algunos escenarios pueden solaparse; por ejemplo, la exposición de NNA a actividades y manifestaciones, podría progresar más adelante -aunque no necesariamente- en una participación activa, derivada esta vez de una decisión consciente.

El presente trabajo comprende un ejercicio de exploración y caracterización de los NNA en las AC, buscando reconocer las particularidades de su agencia en estos espacios de participación social, los cuales han sido poco documentados (Pavez Soto y Sepúlveda, 2019, p. 205). Para ello, a partir de distintos registros de prensa escrita en el periodo 1991-2018, se exploran las formas y medios en que los NNA han participado de diferentes acciones colectivas como las protestas, las marchas, los bloqueos, entre otros.

Metodología

Este artículo se constituyó en dos fases. En la primera, se recopilaron, en un repositorio, 353 noticias de 10 diarios de prensa escrita -circulación nacional y regional-, que registran las AC que han tenido lugar en Colombia para el periodo de tiempo 1991-2018, y de las que han participado, activa y explícitamente, NNA en su vinculación. Las noticias fueron seleccionadas a partir de los descriptores como “Niñas, niños y jóvenes”, y “Movilización estudiantil primaria y secundaria”. Las fuentes de información de las que se obtuvieron las noticias fueron, por una parte, el archivo digital de prensa del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP).

Por otra parte, se consultó el Archivo Virtual de los Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto Armado, administrado por el Centro Nacional de Memoria Histórica4. En este último, la búsqueda de las noticias se realizó con los descriptores “protesta niños”, “marcha niños”, “movimientos sociales niños” y “movilización niños”. De allí, se seleccionaron 38 noticias de prensa. Posteriormente se depuró la base de datos manualmente -por pertinencia temática, duplicación de artículos, etcétera-, arrojando un total de 252 noticias, en las que se registraron 242 AC de las que participaron NNA5.

La segunda fase correspondió a la sistematización de la información. En una matriz se registraron las modalidades de protesta -jornada de protesta, marchas, bloqueos, toma de institución, entre otras-, así como los motivos (temáticas) de la movilización (Educación, Paz, Violencia, Convivencia/calidad de vida). Igualmente, tomando en cuenta la propuesta de Rodgers (2015) -anteriormente descrita- se tematizó la participación de NNA de acuerdo al papel otorgado en la movilización a ellos, y a la relación con los adultos -padres, docentes, líderes sociales, etcétera-; la tipología propuesta es: i) Participantes estratégicos, ii) Participantes por defecto, y, iii) Participantes activos.

A continuación, se presentan los resultados preliminares de la indagación. En la primera parte se realiza un panorama cuantitativo de las movilizaciones de NNA registradas en el periodo 1991-2018, con la idea de hacer visibles las modalidades, temáticas y tipos de participación que tienen lugar en las AC. En la segunda parte se realiza un acercamiento de tipo cualitativo; en ella se identificaron algunas movilizaciones que sirven de estudio de caso y que permiten profundizar sobre el tipo de involucramiento de NNA, su capacidad de agencia y algunas prácticas formativas que se encuentran presentes en ellas.

Resultados

A partir de la revisión de prensa, se han podido identificar 242 AC, presentadas en el periodo 1991-2018. Durante los 27 años de la ventana de observación, se logró establecer un promedio de 8,9 acciones colectivas por año.

Temáticas de acciones colectivas registradas

Las 242 AC que fueron registradas en la prensa, entre 1991 y 2008, fueron agrupadas en las siguientes temáticas: i) Convivencia/calidad de vida/seguridad: se refieren a las acciones en las que se demandaron mejores condiciones de bienestar, tanto para la población como para ellos mismos. ii) Educación: esta categoría agrupa a las exigencias y respuestas en torno a la implementación de políticas, la gestión escolar, la situación docente, infraestructura escolar, entre otras. iii) Paz: se refieren a las manifestaciones, buena parte de ellas institucionales, en las que NNA solicitaron el desescalamiento del conflicto armado o apoyo a virtuales procesos de paz. iv) Trabajo infantil: se refieren a las movilizaciones, también institucionales, en las que se aborda la abolición del trabajo y la explotación infantil. v) Violencia y protección6: se refieren a las manifestaciones sobre acciones de violencia e intolerancia: infanticidios, maltrato, secuestros, desapariciones. La Figura 1 presenta los datos agregados de las AC de las que participaron NNA durante el periodo 1991-2018, por temáticas.

Temáticas de las acciones colectivas registradas en las que se involucran NNA, 1991-2018

Figura 1: Temáticas de las acciones colectivas registradas en las que se involucran NNA, 1991-2018

Fuente: elaboración propia

En este caso, encontramos que del total de 242 AC, más del 60 % (149) se encontraban relacionadas con temas de educación. Ahora bien, al interior de esta categoría, la mayoría de las acciones de los NNA tienen que ver con temas que los afectan en su entorno inmediato, tales como la falta de docentes o de la infraestructura escolar. En segundo lugar, encontramos registradas 43 AC relacionadas con el rechazo y denuncia de los actos en que han sido violentados NNA (17 %). Situación que es acorde con los altos índices de violencia a los que son expuestos los NNA en el país; en tercer lugar, encontramos temas relacionados con la convivencia, calidad de vida y seguridad (13%). Un 8 % (19) de las AC corresponde a temas asociados a la paz, y finalmente (2 %) encontramos algunas AC relacionados con temas sobre la abolición del trabajo infantil.

La Figura 2 describe las trayectorias de las AC en las que se involucran NNA por año y por tema:

Trayectoria de las acciones colectivas en las que se involucran NNA por año y por tema, 1991-2018

Figura 2: Trayectoria de las acciones colectivas en las que se involucran NNA por año y por tema, 1991-2018

Fuente: elaboración propia

En un primer periodo (1991-2001) se identifican 65 AC, siendo 1995, 1998 y 2001 los años que reportan mayores registros. De este primer periodo se destacan las movilizaciones en torno a la paz, que tuvieron lugar entre 1995 y 1998, previo a los diálogos de paz entre el gobierno de Andrés Pastrana y las FARC-EP (1999-2002). Buena parte de estas acciones fueron impulsadas directamente por el Estado o por organizaciones de la sociedad civil. Se destaca aquí REDEPAZ, y la iniciativa que realizó, junto a la UNICEF, del Mandato de los niños y las niñas por la Paz, en 1996. Dicha iniciativa congregó más de tres millones de NNA.

En un segundo periodo (2001-2011) se registran 146 AC. En este periodo es donde más se han registrado movilizaciones. Se destacan los años 2007 y 2008 en los que se registran 29 y 18 AC respectivamente, muy por encima del promedio (8,9). Buena parte de las movilizaciones de aquellos dos años fueron respuesta a los proyectos de Ley del Plan de Desarrollo y de Ley de Reforma General de Transferencias del acto legislativo 07, propuestos en el segundo gobierno de Álvaro Uribe (2006-2010), de la cual se reportaron varias movilizaciones a nivel nacional, y que coincide con un cierto renacer del movimiento estudiantil de secundaria (Briceño Santiz, 2014, p. 54).

Por último (2011-2018), vuelve a decrecer el número de AC registradas (58); de este último periodo se destacan las AC relacionadas con temáticas sobre educación, y violencia y la protección, siendo este último año en el que más se registran movilizaciones relacionadas con ese tópico.

Modalidad

De acuerdo a la revisión, agrupamos en 9 modalidades las acciones colectivas en las que se involucran NNA en el periodo (1991-2018) de mayor a menor; a saber: i) Marchas (35%); ii) Manifestación/jornada de protestas/plantón (20%); iii) Bloqueo de vía (15%); iv) Toma de institución educativa (9%); v) Cese de actividades (8%); vi) Iniciativas ciudadanas: pactos, mesas, consultas (5%); vii) Actividades culturales/Jornadas lúdicas (4%); viii) Asamblea/encuentro (3%); ix) Toma de entidades/invasión (1%). En la Figura 3 se desagregan las temáticas de la movilización de acuerdo a estas modalidades. En la temática de educación, las actividades que más reportaron corresponden a marcha (14%), bloqueo de vía (13,2%), manifestación/jornada/plantón (12,4%) y toma de institución educativa (8,3%). En las acciones colectivas relacionadas con violencia y protección, la mayoría de modalidades correspondieron a marcha (11,6%) y jornada de protesta y plantón (4,5%). De manera similar ocurre en la temática convivencia/calidad de vida/seguridad con 3,3% y 2,1% respectivamente.

Temas de las acciones colectivas registradas en las que se involucran NNA por modalidad, 1991-2018

Figura 3: Temas de las acciones colectivas registradas en las que se involucran NNA por modalidad, 1991-2018

Fuente: elaboración propia

Tipo de participación

De acuerdo a las 242 AC registradas, se evidenció que la intervención por parte de los NNA fue: 39% participación por defecto, con un total de 99 actividades que manifiestan la implicación de esta población en los movimientos sociales. Un 29% participación activa, con 71 acciones donde los NNA fueron protagonistas y actores sociales competentes en las problemáticas de su contexto. Un 17% participación estratégica, donde se obtuvieron 41 hechos que utilizaban y mostraban a los niños y niñas como símbolo para la simpatía y el llamado de atención a la causa impulsada por los adultos. Y finalmente un 15% indeterminado, ya que, en 36 de las acciones, no era claro el tipo de involucramiento que tenían los niños, niñas y adolescentes en movilizaciones sociales (Figura 4).

Tipos de participación registradas en las que se involucran NNA, 1991-2018

Figura 4: Tipos de participación registradas en las que se involucran NNA, 1991-2018

Fuente: elaboración propia

De esta manera, se evidencia el tránsito de un tipo de participación predominante a otra en el período de 1991 a 2018, especialmente desde la participación estratégica a la participación por defecto, y de esta (aunque en menor medida) a la participación activa. Dicha situación podría deberse a varios factores: un mayor reconocimiento de los NNA como sujeto de derechos por parte de la institucionalidad -aunque restringido a la normatividad-, el cambio de significados, resistencias e implicaciones de los NNA en las sociedades contemporáneas, entre otras. No obstante, no puede omitirse que, en gran parte de la población y en la cotidianidad, aún es exiguo el reconocimiento de los adultos al protagonismo de los NNA (Sarmiento y Ramos, 2019).

Tipos de participación

Participantes estratégicos

Dentro de las AC, el uso de imágenes de niños y niñas ha sido un recurso retórico recurrente por parte de las organizaciones. En particular, se destaca su uso alegórico en temáticas como la paz, la educación y el medio ambiente, donde las imágenes buscan transmitir representaciones de “inocencia”, “vulnerabilidad”, “futuro” o “esperanza”. Se trata de una poderosa estrategia a la que los distintos públicos suelen responder positivamente.

Sin embargo, para Rodgers (2015), solo cuando los NNA directamente se apropian precisamente de estos recursos retóricos, es que podemos hablar de una participación estratégica. Para muchos niños y niñas, este espacio es relativamente flexible, y les concede la oportunidad de encuentro y manifestación para su proceso de involucramiento y constitución como sujeto político (2015, p. 244). Se trata así de reconocer este espacio, más allá de la idea de “manipulación”.

Algunos ejemplos al respecto son los brindados por las manifestaciones de paz que tuvieron lugar a mediados y finales de la década del noventa. Se trataban de acciones institucionales -del Estado, ONG’s y organizaciones internacionales- que surgían en respuesta a las confrontaciones y escalonamiento del conflicto armado en Colombia para el periodo. Una de ellas fue la Red Nacional de Iniciativas para la Paz y contra la Guerra (REDEPAZ) quienes en septiembre de 1996 organizaron la Semana por la Paz. Dicha semana estuvo acompañada por varias marchas, presentaciones y actividades lúdicas de las que fueron partícipes NNA. (“Los estudiantes bogotanos celebran la Semana por la Paz”, 1996). Otra actividad que puede destacarse correspondió a una actividad (maratón) que organizó la Parroquia del Niño Jesús, y de la que se buscaba que participarán niños y jóvenes de diferentes instituciones educativas, privadas y públicas; los concurrentes debían llevar una antorcha (la antorcha por la paz) desde el Gimnasio Moderno hasta la parroquia ubicada en el Barrio 20 de Julio. En la noticia se señala:

Los jóvenes deportistas corrieron unidos portando con orgullo la antorcha, se turnaron para cargarla y llegaron al 20 de julio gritando (…) mientras que desde los altoparlantes de la camioneta que los escoltaba explicaban el propósito de esta jornada. No importaba ya si era alumno de uno de los colegios más exclusivos de la ciudad o de una escuela distrital. Todos eran jóvenes estudiantes que compartían un ideal y que esperan que otros sigan su ejemplo(“Maratón colegial por la paz”, 1997).

En esta última, es claro el propósito de la actividad de pensar la “paz” como un asunto que le corresponde a las “nuevas generaciones”. Son ellos los que asumen el compromiso de llevar la paz (“llevar la antorcha”). Pero, además, es significativo el que se buscara juntar a estudiantes de diferentes clases sociales, tal como se resaltó en el artículo.

Otro grupo de manifestaciones que se pueden enmarcar dentro de la participación estratégica, corresponde a las acciones institucionales en rechazo de actos en los que son violentados NNA. Un caso ejemplar corresponde a la marcha “Los niños piden un No Más”, organizada por el comando de Policía de Barranquilla y el Instituto Distrital para la Inversión en Seguridad y Convivencia Ciudadana (IDIS), y realizada el 1° de noviembre de 2006. En dicha marcha se vincularon niños y niñas de jardines infantiles del barrio El Paraíso, con el fin de “de pedirles a los grandes -como llaman los niños a los que son más altos y fuertes que ellos-, que no los golpeen más, no importan si son sus padres o no, que no los violen ni los secuestren, y solo por una razón, una mayor a su amor por jugar y es que no quieren que sus mamás y papás se pongan tristes” (Torres, J., 2006). En este caso, se trata de un acto de sensibilizar a la población sobre las prácticas de crianza y la importancia del cuidado de las niñas y niños, mensaje que es llevado por los párvulos.

Participantes por defecto

La participación por defecto para los NNA es una experiencia mediante la cual adquieren conciencia del mundo y la realidad política, además de ser una forma de ejercer su postura de manera activa. De acuerdo con Rodgers (2015), este tipo de actuación remite a que los NNA se incorporan a las actividades del movimiento social a través de algún adulto -principalmente un familiar-, quien les instruye y asigna tareas, por lo que la comprensión de estas y la acción política es resultado de una socialización intergeneracional.

Los NNA tienen un rol importante en la construcción y emergencia de los movimientos sociales en los que se asocian de manera voluntaria e intencionada; ellos y ellas se vinculan a las AC para pronunciarse en compañía de sus padres y de las comunidades a las que pertenecen en “pro” de un horizonte específico: educación, violencia, seguridad, convivencia, paz, trabajo infantil, etcétera. Algunos NNA terminan en manifestaciones y reuniones políticas por defecto, a través de la participación de sus padres, maestros u otros adultos, así como pueden también estar expuestos a jergas políticas, estrategias y objetivos del movimiento, simplemente por proximidad (Rodgers, 2015).

Como primer ejemplo de participación por defecto, podemos mencionar algunas manifestaciones ocurridas en Barranquilla en el primer trimestre de 2008; en estas los padres, docentes y estudiantes de tres instituciones públicas en la ciudad de Barranquilla comenzaron a protestar por causa del detrimento educativo asociado a situaciones de hacinamiento, falta de maestros y baños. Sobre dicha problemática en una nota de prensa de El Heraldo se lee:

Un centenar de estudiantes, en compañía de adultos, interrumpió ayer durante 4 horas el tráfico de la Avenida Murillo para decirle a la administración distrital que no aguanta ni un minuto más en la ‘casa del terror’ donde reciben sus clases a diario (…) a pocos minutos, un grupo de padres de familia de la Institución Educativa Distrital Manuel Elkin Patarroyo cerró con candado la escuela, para también llamar la atención del Distrito: tres maestros deben ingeniárselas para dictarles clases a 452 niños de primaria porque el Distrito no ha enviado al resto de los docentes (Velásquez, 2008).

En ambas acciones registradas, se identifica como son los padres de familia quienes impulsan dichas acciones, haciendo partícipes de ellas a sus hijos. En esta noticia se observa que los NNA hacen el papel de agentes sociales, sin embargo, no se manifiestan por iniciativa propia, siendo evidente que los estudiantes se vinculan a discursos y prácticas que han sido compartidas y/o transferidas por los adultos.

Ahora bien, como segundo ejemplo, teniendo en cuenta que Rodgers (2015) menciona que la participación por defecto es un tipo de participación en la que los NNA intervienen de manera ecuánime con los adultos, el periódico El País en febrero 9 de 2011 en la noticia “Protesta por auxilios escolares”, nos presenta un caso muy parecido al anterior, ocurrido en el Valle del Cauca; en este, los estudiantes de siete veredas de Cali se manifiestan en compañía de sus padres, y cerca de 300 personas más, para exigir una educación de calidad, tal como lo señala este apartado:

Durante el presente semestre de los 5.500 niños que estudian en la zona rural de Cali, solo 3.000 recibirán desayuno escolar. Así mismo, su llegada a los centros educativos se complicaría, ya que el transporte gratuito escolar solo operará por tres meses del calendario escolar. Por esta razón cerca de 300 personas, entre estudiantes y padres de familia de las siete veredas de Cali, realizaron un enorme corazón con naranjas frente al CAM en protesta por los cortes de los subsidios escolares, pidiendo ampliación de auxilios de transporte y desayuno escolar en la zona rural (“Protesta por auxilios escolares”, 2011).

Otro tipo de movilizaciones que merecen especial atención, y en las que es posible identificar dinámicas intergeneracionales, corresponden a las que han tenido como horizonte el rechazo y denuncia de los actos en que han sido víctimas NNA. Temática que, como vimos, es la segunda causa de movilización en la que más se han registrado en la prensa la participación de ellos y ellas y que, sin duda, surgen en respuesta a los altos índices de maltrato, delitos sexuales, abuso y homicidio; hechos que muchas veces han tenido lugar, lamentablemente, en sus entornos más cercanos: hogares, escuela, barrio, etcétera (Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2019).

Frente a dicha situación, algunos sectores de la ciudadanía, familias, instituciones escolares, ONG’s, fundaciones y movimientos sociales en Colombia se han manifestado, en algunos casos siendo parte de dinámicas “espontáneas”, en reacción a eventos específicos frente a la indignación causada por los actos perpetrados. En este sentido, quisiéramos destacar dos AC que hacen parte de este tipo de participación.

La primera corresponde a las movilizaciones y actividades que realizó la comunidad educativa Liceo Hermano Miguel de La Salle, frente al homicidio de Nicolás Neira, joven de 15 años de edad, por parte de miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), cuando este se integraba a las manifestaciones del Primero de Mayo en el año 2005. En este caso, el escenario de las exequias de la víctima se convirtió también en un lugar de reflexión y de demanda de justicia:

La capilla del colegio, regida por sacerdotes, fue insuficiente para albergar a cerca de 300 personas que llegaron a la misa de despedida, por lo que se tuvo que utilizar el teatro. En el recinto, invadidos de dolor y de tristeza, se leían carteles en las que sus compañeros le rendían homenaje como un gestor de paz, pero también clamaban justicia para que su muerte no quede impune (…) como homenaje póstumo los estudiantes del Liceo Hermano Miguel de La Salle le dedicarán a Nicolás la semana cultural que se celebrará a partir del 16 de mayo próximo (“El último adiós a un pacifista”, 2005).

La segunda AC surgió en respuesta al caso de homicidio de Génesis Rúa Vizcaíno, una niña de 9 años, que se presentó en el municipio de Fundación (Magdalena) en octubre de 2018. Días después del crimen, la comunidad educativa de la que hacía parte la menor, realizó una marcha en la que simultáneamente al acto de solidaridad con la familia, los NNA se manifestaron exigiendo justicia y protección frente a este tipo de actos. Así se narra en un artículo de El Heraldo:

El martes, cuando el sol despuntaba, los Rúa Vizcaíno (familia de la víctima) recibieron en su casa un significativo gesto de solidaridad y apoyo: el de los alumnos de la escuela San José. La marcha estudiantil, acompañada de profesores y liderada por el rector William García, partió desde la sede del plantel y llegó a la casa de la pequeña víctima en donde hicieron un minuto de silencio. Allí, al unísono clamaron justicia. Los infantes pidieron respeto por sus vidas y exhortaron a los adultos a protegerlos en vez de lastimarlos. Con pancartas y arengas evidenciaron su tristeza por el dantesco suceso. ‘Las niñas no se tocan, no se violan, no se matan’; ‘Dile no al maltrato infantil’; ‘Ni uno menos, ni uno más’, fueron algunos de los avisos estampados en cartulinas (Igurán, 2018).

Con esto cabe señalar que, en ambas movilizaciones el dolor y el sentimiento de repudio frente a los actos atroces que atentan contra NNA, puede considerarse como un catalizador precisamente de relaciones intergeneracionales -entre adultos y NNA-, así como de la participación y agencia de las generaciones más jóvenes.

En ellas, los NNA son copartícipes de la configuración de comunidades emocionales, esto es de “comunidades de sentido y afecto, que enlazan personas y sectores distintos y aun distantes, en las cuales el dolor ocasionado trasciende la indignación y alimenta la organización y la movilización” (Jimeno et al., 2019, p. 34). En este caso se destaca cómo el “dolor”, el “sufrimiento” entre otro tipo de emociones, se convierten en formas que potencian la organización colectiva -independientemente de las edades- y la acción política.

Participantes activos

Los niños, niñas y adolescentes son actores sociopolíticos que se relacionan e interactúan constantemente con su entorno, por ende, un punto importante es el reconocer que son actores reales en los movimientos sociales, capaces de interpretar y reaccionar a las situaciones que día a día viven en su cotidianidad.

Según Rodgers (2015), los NNA que participan activamente, son agentes sociopolíticos que, aunque pueden ser subestimados por otras personas sobre su presencia -especialmente simbólica-, en realidad se involucran en AC siendo ellos protagonistas fundamentales al intervenir y alzar la voz desde sus propias vidas y actuar en consecuencia con a esto. Todo esto sin que sean los “adultos” quienes los organicen y busquen el beneficio de ellos. Por ende, este escrito nace de la necesidad de problematizar la participación real de los NNA en los movimientos sociales en Colombia, más allá de pensar su presencia simplemente como símbolos representativos de dichos movimientos.

De este modo, este último nivel no solo expone o reconoce la participación de los NNA, sino que evidencia cómo ellos asumen sus propias voces y se involucran enérgicamente desde la autonomía, la manifestación, la resistencia y el interés, llegando a construir una identidad de lucha y pensamiento crítico-reflexivo de su entorno. Es esta la construcción de la infancia, un ejercicio donde los niños y las niñas son vistos como actores sociales competentes, que deben ser consultados en las decisiones que les conciernen; desde el ámbito local, nacional e internacional, una participación activa de significado y de significados que deben ser pensados para una construcción verdaderamente social, igualitaria, justa y equitativa.

Un ejemplo de este tipo de participación, que se ha enmarcado como un hito dentro del Movimiento Estudiantil de Secundaria, corresponde al escalamiento de las manifestaciones de las estudiantes del Liceo Femenino de Cundinamarca, y del Colegio Departamental Silveria Espinoza entre agosto y diciembre de 2001 (Garzón, 2012). Frente a la decisión de la Gobernación de Cundinamarca de focalizar los gastos e inversión de ambas instituciones a otras regiones con necesidades del departamento -decisión que a la postre implicaba el cierre de los establecimientos y el traslado de las alumnas a planteles distritales al finalizar el año-, las estudiantes de ambas instituciones comenzaron a avanzar con varias acciones.

Iniciando con una jornada de protesta dentro de la institución, una manifestación dirigida al concejo de la ciudad en la plaza Luis Carlos Galán, un cordón humano en la sede de la Gobernación, la instauración de una acción popular, el bloqueo de vías, la toma de una estación de TransMilenio -actos en las que varias estudiantes y padres de familia fueron agredidos por miembros del ESMAD-, la ocupación y toma del Liceo Femenino por un grupo de estudiantes el 21 de noviembre (“85 años a la basura”, 2001), y del Silveria Espinoza el 26 de noviembre (“Pupitrazos en el Silveria”, 2001).

Estas AC merecen un análisis más minucioso. No obstante, queremos destacar tres elementos. Primero, si bien la toma del Liceo Femenino fue realizada mayoritariamente por estudiantes de grados décimos y once, de manera estratégica en las distintas manifestaciones en público se vinculaban a los y las estudiantes de grados menores. De hecho, la vocera estudiantil, ante los medios de comunicación, fue una niña de 8 años quien apareció en público durante el episodio de la toma, convirtiéndose en un símbolo de los actos de resistencia:

El gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, ha encontrado una formidable adversaria en Ivonne Moreno, una niña de 8 años, convertida en la abanderada de las alumnas del Liceo Femenino y de su lucha por impedir el traslado del colegio (…) La pequeña Ivonne, con un desparpajo poco común para una niña de su edad, se enfrentó esta semana a los micrófonos, las cámaras de televisión y los reporteros de prensa, en una verdadera maratón de entrevistas destinadas a convocar a la opinión pública en favor de la causa de sus compañeras (“A salvar el Liceo”, 2001).

Encontramos aquí cómo las estudiantes apelan precisamente a la “vulnerabilidad” e “inocencia” que se le imputa a los NNA, pero esta vez no para favorecer intereses impuestos por “otros” -instituciones, adultos-, sino en pro de sus propias demandas. Tema que Karen Díaz, otra de las voceras, reiteró al finalizar el episodio de la toma: “Nosotras no salimos conformes (…) salimos a empezar una lucha por medios políticos, que nos llevará a encontrar el poder que la niñez y la adolescencia se merecen” (“Se fueron las estudiantes”, 2001).

Un segundo elemento a tener en cuenta, correspondió a cómo durante el periodo de la toma, las estudiantes crearon distintos vínculos con los habitantes aledaños a la institución. Para ello, durante las manifestaciones y consignas, se recurrió a la historia y a la tradición del colegio -que tenía 85 años en el sector-, y de la presencia de personas que se veían beneficiadas por este -familias, comercios, exalumnas-. De hecho, en uno de los reportajes se destaca este vínculo comunitario creado entre padres de familia, vecinos y exalumnos, por lo que señalaba “la pelea de las liceístas es ahora una lucha de la comunidad y los vecinos del barrio San José, quienes les han dado agua, alimentos y cobijas” (“La puntilla del gobernador”, 2001).

Por último, como se menciona en los distintos reportajes, aun siendo manifestaciones activas y pacíficas de las estudiantes, en varias de las acciones ellas fueron desalojadas y apartadas directamente por el ESMAD, impidiendo su derecho a manifestar sus inconformidades. Se primó aquí el tema del mantenimiento del “orden público” y del derecho a la movilidad, frente al derecho constitucional de la protesta, acto que fue realizado por las autoridades tradicionales -la Policía- sin discriminar que se trataba de menores de edad (“Atropello policial a estudiantes”, 2001).

Es así como podemos evidenciar, que, aunque los NNA se organicen libre y autónomamente para actuar y mostrar sus inconformidades ante la sociedad, esta no acepta y fomenta dichas acciones; pues aún son vistos como sujetos de cuidado, de protección y de poca madurez, perspectivas que debemos comenzar a modificar en pro de que los NNA puedan acceder a los derechos de reunión, asociación y de libertad de expresión con plenas garantías.

Conclusiones

En este acercamiento se presenta un panorama del involucramiento y participación de NNA en las AC, en la ventana de observación (1991-2018). A través de la revisión de prensa se documentaron las temáticas, modalidades y tipos de participación de las que ellos son protagonistas. Con ello se pudo reconocer que su participación va más allá de ser un “objeto simbólico”, “representativo” o de una presunta “manipulación”; en contraste, las AC como las acá descritas, permiten evidenciar la importancia de estos escenarios como un espacio que garantiza y promueve el ejercicio de sus derechos de asociación, y de libertad de expresión; pero también se evidencian que son espacios de socialización e integración social, que ayudan a fortalecer su papel como “agentes”. Precisamente, el ejercicio del derecho a la protesta, les ha permitido expresar propuestas, demandas, y denuncias que directamente tienen incidencia no solo sobre su propio bienestar y calidad de vida, sino de la población en general. Así ellos y ellas se han involucrado y movilizado de formas creativas en temas como la educación, la convivencia, la paz, y la violencia.

A pesar de la importancia de estos espacios, es claro que en el desarrollo de los mismos se deben sortear diferentes obstáculos: de una parte, la prevalencia de una mirada punitiva sobre la protesta social en Colombia, en la que el ejercicio de dicho derecho es visto como sinónimo de desorden público, y hace que esta sea un escenario peligroso que, sin duda, disuade a las familias y a los NNA de participar de la protesta. En segundo lugar, el paradigma de protección y prevención que prima en varias instituciones -incluyendo a la familia-, limita el marco de acción de NNA, así como su capacidad de “agencia” para interactuar con los otros.

Los NNA son actores sociopolíticos que interactúan constantemente en el contexto, problematizan, piensan, resignifican los problemas de su comunidad; interactuando, proponiendo y manifestando sus inconformidades, muchas veces en compañía de los adultos, ya sea de forma pasiva, simbólica o activa, pero siempre están actuando, pues es una acción recíproca entre ellos y la comunidad, formándose como ciudadanos activos y autónomos, que cuestionan, protestan y luchan. Sin embargo, aún en la sociedad Colombiana, perduran ideas conservadoras sobre la infancia, considerada una etapa de inmadurez, incapacidad y protección “similar a la noción de primitivismo con la que se ha pensado a pueblos y culturas no occidentales” (Milstein, 2008, p. 17).

En otras palabras, se mantiene la convicción generalizada respecto a que la política es “cosa de adultos, y no de niños, en tanto estos no cuentan con un pleno desarrollo y carecen de elementos, conocimientos, hábitos y demás facultades que habilitarán a los seres humanos como adultos socializados” (p. 17). Por ende, reconocer a los niños y niñas como participantes activos, significa construir infancia y sociedad en conjunto, donde los adultos y los NNA son agentes que interactúan en el mundo social, para el cambio, el desarrollo y la construcción colectiva.

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Para profundizar ver: (Martínez, 2014, pp. 36-37).
Por ejemplo el artículo 12 de la CIDN que respalda el derecho de libertad de expresión de NNA, resalta como criterios o condiciones para dicha participación el que su foco sea en temas que los “afecten”, así como se tengan en cuenta criterios etarios y de “madurez”: “Los Estados Parte garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño” (Unicef, 2006, p. 13). El texto en cursiva es nuestro.
Retomamos la definición del trabajo del profesor Mauricio Archila y del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP): “Los movimientos sociales los definimos como acciones colectivas de más de diez personas que enfrentan desigualdades, injusticias, desequilibrios en la sociedad y que tienden a permanecer en el tiempo” (Archila, 2020).
Archivo virtual de los derechos humanos, memoria histórica y conflicto armado: http://www.archivodelosddhh.gov.co/saia_release1/ws_client_oim/menu_usuario.php
Cabe anotar que, seguramente, las AC aquí reportadas sean la “punta de un iceberg”, y que en ningún momento el estudio pretende abarcar la totalidad de ellas. No obstante, consideramos que los registros de prensa nos permiten hacernos a un panorama general del involucramiento de los NNA en estas dinámicas.
En esta categoría agrupamos las AC en respuesta a las múltiples violencias de las que son víctimas NNA en el país (violencias derivadas de conflicto armado, de la delincuencia común, o violencia intrafamiliar, entre otras).
Ariza-Montañez, V. A., Carreño-Rondón, D. M., Sánchez-Barajas, V. M. y Suárez-Romero, G.K. (2022). Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018). Educación y Ciudad, 42, 109-130. https://doi.org/10.36737/01230425.n42.2022.2695

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[1]
Ariza Montañez, V.A., Carreño Rondón, D.M. , Sánchez Barajas, V.M. y Suarez Romero , G.K. 2022. Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) . Educación y Ciudad. 42 (ene. 2022), 109–130. DOI:https://doi.org/10.36737/01230425.n42.2022.2695.

ACS

(1)
Ariza Montañez, V. A.; Carreño Rondón, D. M. .; Sánchez Barajas, V. M. .; Suarez Romero , G. K. Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) . Educ. ciudad 2022, 109-130.

ABNT

ARIZA MONTAÑEZ, V. A.; CARREÑO RONDÓN, D. M. .; SÁNCHEZ BARAJAS, V. M. .; SUAREZ ROMERO , G. K. Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) . Educación y Ciudad, [S. l.], n. 42, p. 109–130, 2022. DOI: 10.36737/01230425.n42.2022.2695. Disponível em: https://revistas.idep.edu.co/index.php/educacion-y-ciudad/article/view/2695. Acesso em: 21 nov. 2024.

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Ariza Montañez, Vladimir Alejandro, Diana Marcela Carreño Rondón, Víctor Manuelle Sánchez Barajas, y Gineth Katherine Suarez Romero. 2022. «Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) ». Educación y Ciudad, n.º 42 (enero):109-30. https://doi.org/10.36737/01230425.n42.2022.2695.

Harvard

Ariza Montañez, V. A., Carreño Rondón, D. M. ., Sánchez Barajas, V. M. . y Suarez Romero , G. K. (2022) «Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) », Educación y Ciudad, (42), pp. 109–130. doi: 10.36737/01230425.n42.2022.2695.

IEEE

[1]
V. A. Ariza Montañez, D. M. . Carreño Rondón, V. M. . Sánchez Barajas, y G. K. Suarez Romero, «Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) », Educ. ciudad, n.º 42, pp. 109–130, ene. 2022.

MLA

Ariza Montañez, V. A., D. M. . Carreño Rondón, V. M. . Sánchez Barajas, y G. K. Suarez Romero. «Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) ». Educación y Ciudad, n.º 42, enero de 2022, pp. 109-30, doi:10.36737/01230425.n42.2022.2695.

Turabian

Ariza Montañez, Vladimir Alejandro, Diana Marcela Carreño Rondón, Víctor Manuelle Sánchez Barajas, y Gineth Katherine Suarez Romero. «Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) ». Educación y Ciudad, no. 42 (enero 17, 2022): 109–130. Accedido noviembre 21, 2024. https://revistas.idep.edu.co/index.php/educacion-y-ciudad/article/view/2695.

Vancouver

1.
Ariza Montañez VA, Carreño Rondón DM, Sánchez Barajas VM, Suarez Romero GK. Niños, niñas y adolescentes involucrados en la movilización social y en las acciones colectivas. Una exploración del caso colombiano (1991-2018) . Educ. ciudad [Internet]. 17 de enero de 2022 [citado 21 de noviembre de 2024];(42):109-30. Disponible en: https://revistas.idep.edu.co/index.php/educacion-y-ciudad/article/view/2695

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